Autor: Gilberto D. Herrera López
En una tarde soleada de Abril, cuando
todos los niños habían almorzado, cepillado los dientes y se encontraban
durmiendo en el salón, se reunieron todas las Figuras Geométricas para elegir a
la más importante de todas.
Allí estaban el Cuadrado con sus
lados iguales, el Triángulo de tres lados, el redondo Círculo, el rectángulo de
dos lados cortos y dos más largos y el Ovalo que llegó rebotando contra el
papel.
El Rectángulo habló primero --¡Yo
soy el más importante!, pues los niños me usan para pintar muchas cosas. Casas,
camiones, puertas y ventanas.
Saltó entonces el Círculo, --¡Que
vá el más importante soy yo!, los niños me usan para pintar el Sol, la Luna, las pelotas y muchas cosas.
--¡No, no, no!?dijo el
cuadrado ?Yo soy el más importante. Cuando los niños dibujan sus casitas me
usan, además soy perfecto, pues tengo los lados iguales.
Así todos dijeron su importancia, el
óvalo dijo que con él se podía dibujar peces, globos de colores y aviones de gran tamaño. El triángulo
dijo que sin él las casitas no tenían techo ni los aviones alas y que él era el
único que tenía tres lados. Así estaban discutiendo hasta que los escuchó el
Lápiz --¡Que les sucede amigos!? les preguntó.--Amigo Lápiz ayúdanos,
¿quién de nosotros es el más importante?--.
El amigo Lápiz no respondió, solo se
puso a dibujar en la hoja que tenía delante. Cuando terminó de dibujar se
dieron cuenta que el Amigo Lápiz había hecho un dibujo con todas las figuras, porque para
dibujar bien se necesitan de todas las Figuras Geométricas. Cuando los niños se
despertaron de dormir encontraron ese bonito dibujo.
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